Por Javier Cabanas
Este
post, será el primero de una serie más extensa, que nos ayude a
conocer los beneficios que tiene la práctica de este deporte que nos
llena a todos los que seguimos el blog de Enpiscina2: la Natación.
Muchos
son los caminos por los que llegamos a la práctica de la natación:
- Cuando somos pequeños, el miedo de nuestros padres a una posible situación de riesgo, les motiva a llevarnos a aprender a nadar, a ser supervivientes en el agua.
- En muchos jóvenes, la necesidad de pertenencia a un grupo social en la adolescencia y preadolescencia, que tan importante es para ellos. Entrenar en grupo crea importantes lazos de amistad y consolida de forma positiva el ambiente social entre ellos, además de mantenerlos fuera de otros ambientes, seguramente menos adecuados a esas edades. También pueden optar por la competición, pero hay muchas maneras de entender la natación, y la práctica lúdica y recreativa son opciones abiertas a todos los públicos.
- Cuando somos adultos y personas mayores, el motivo para acudir a la piscina suele ser que el gusto por la práctica de las actividades acuáticas, pero también encontramos muchos casos que practican natación por recomendación médica, para controlar el peso o simplemente por ampliar su entorno social.
El técnico o monitor.
La
profesionalidad y conocimientos de la persona que dirige la actividad son fundamentales. La
forma de impartir la práctica de la natación es diferente según el
público al que va dirigida la actividad. Un buen técnico o monitor
debe saber adaptar y aplicar sus conocimientos a la situación que
tiene delante. En el caso de la enseñanza y la mejora técnica, una
buena metodología, con una progresión lógica, para lograr un buen
aprendizaje en el alumno, de forma individualizada; además de
transmitir seguridad a aquellos que están empezando. Si tenemos un
grupo de personas que ya saben nadar y lo que quieren es ponerse en
forma o mejorar su estado de forma, entra en juego, junto con la
progresión y la adecuación al perfil de los alumnos, el cambio de
estímulos en función de la adaptación, y de la mejora de las
diferentes capacidades de los mismos. Si hablamos de sacar el máximo
rendimiento a cada persona, sea del nivel que sea, tendremos que
planificar con cabeza y revisar los pasos dados a medida que los
resultados nos vayan dando respuestas de cómo funciona (o no) el
programa. Para todos los casos, es indispensable la formación
continua, la actualización de conocimientos, la capacidad
autocrítica y de observación, y la curiosidad del profesional.
Beneficios
de la práctica de actividades acuáticas:
La
práctica de la natación no competitiva y otras actividades
acuáticas es saludable, ya sea en niños, cuando somos adultos, para
la tercera edad, para discapacitados físicos, psíquicos o
sensoriales, embarazadas y personas en rehabilitación; es decir,
para todos los públicos y perfiles.
Es
un deporte de bajo impacto, la tensión en las articulaciones y
huesos es muy leve, ya que la gravedad dentro del agua está
disminuida (prácticamente anulada por el empuje de la flotación)
respecto a los deportes de suelo, por lo tanto el impacto es mínimo.
Cuando
los alumnos ya han adquirido las nociones básicas de técnica de
natación consiguen estar “relajados” en el agua y trabajar de
manera continua, lo que hace mejorar su resistencia cardiopulmonar,
ya que la mayor parte de la práctica de este deporte suele ser un
trabajo de tipo aeróbico; en el que el ritmo cardiaco suele oscilar
entre 130-140 pulsaciones por minuto. Esto ayuda a mantener una
presión arterial estable, estimula la circulación sanguínea y
previene enfermedades cardiovasculares.
Para
los problemas pulmonares también es recomendable la práctica de
actividades aeróbicas en el agua, ya que favorece a la expectoración
pulmonar.
Si el mantenimiento de la instalación (niveles de cloro, ventilación
y temperatura) y la intensidad se controlan correctamente, es también
muy beneficioso para personas asmáticas.
La
mejora de la movilidad articular y muscular al practicar natación es
notable, por la gran cantidad de grupos musculares empleados de forma
continuada durante su práctica.
Sabemos
que practicar cualquier actividad deportiva es emocionalmente
positivo. Hay numerosos estudios que afirman que el cuerpo humano
genera endorfinas. Las endorfinas son hormonas producidas por el
cuerpo humano, son
péptidos (pequeñas proteínas) derivados de un precursor producido
a nivel de la hipófisis, una pequeña glándula que esta ubicada en
la base del cerebro. Las endorfinas tienen un efecto analgésico y
producen una sensación de bienestar, lo que hace que sean comunmente
conocidas como hormonas de la felicidad. El
doctor Daniel Carr, del Massachusetts
General Hospital,
en un estudio realizado en 1981, probó
un aumento significativo en la liberación de endorfinas en grupos de
corredores voluntarios y profesionales cuando corrían durante
tiempos prolongados; y son múltiples las referencias que pueden
encontrarse de los beneficios que conlleva la práctica de ejercicio
de forma habitual en la producción de esta hormona.
Cuando
hacemos ejercicio estimulamos la producción de endorfinas por parte
de la hipófisis y su liberación al organismo, con la consiguiente
sensación de bienestar. Dicho estímulo puede conseguirse por la
realización de un ejercicio vigoroso durante un periodo corto de
tiempo, así como a través de la práctica habitual de ejercicio
aeróbico de baja intensidad, manteniendo la frecuencia cardiaca
elevada, varias veces en semana. Esto implica que la
práctica de la natación también beneficia a reducir el estrés
emocional, estados de ansiedad, etc… Es decir, a sentirse mejor en
muchos sentidos.
En
resumen, los beneficios saludables más destacados de la práctica de
la Natación no competitiva son:
- Prevenir enfermedades cardio-pulmonares.
- Ayuda al control y a la pérdida de peso.
- Mejora de la movilidad articular.
- Mejora del tono muscular.
- Reducción del estrés y la ansiedad.
Estos,
y muchos otros, son los motivos por los que debemos descubrir y
sumergirnos en el maravilloso mundo de las actividades acuáticas a
través de un buen asesoramiento para lograr de manera satisfactoria
nuestras metas y objetivos .
En
cada brazada, en cada ejercicio, en cada salto, contribuimos a
mejorar nuestro cuerpo, nuestra mente. Los hábitos sanos y sentirse
bien, siempre es bueno para nosotros y nuestra salud, ¡practica
natación, práctica salud!
Desde
el equipo de Enpiscina2 os animamos a que os “enpiscineis” y
practiquéis natación.